Hacía ya bastante tiempo que andaba con el gusanillo de la elaboración cervecera rondándome la cabeza, aunque por una cosa o por otra, todavía no había tenido la oportunidad de lanzarme a ello. La pereza de hacerme con un equipo, y empezar desde cero, era una de las causas por las cuales, pese a haber leído y documentado sobre la elaboración de nuestra bebida favorita, todavía no me había lanzado a investigar este mundo de primera mano. La falta de espacio y sobre todo tiempo, son otros handicaps bastante importantes y culpables de nuestra frustración como homebrewers, así que, cuando la pareja Cervecearte empezó a impartir estos cursos en Pamplona, se nos iluminó la cara, ya que se nos presentaba la oportunidad de acercarnos a este mundillo de la mano de dos homebrewers expertos que llevan ya en esto un buen tiempo invertido.
Habíamos tenido la oportunidad de probar alguna cerveza suya, así que no dudamos de que la mañana iba a ser muy productiva. Nos plantamos en el laboratorio (y más adelante os explicaré por qué lo llamo así...) a las nueve de la mañana del Sábado. No nos gusta madrugar, pero ya veis que por una buena causa, nuestro espíritu de sacrificio es notable, así que allí nos juntamos junto con otras 10 personas, a escuchar la teoría y poner en práctica los consejos e instrucciones del bueno de Andrés, que rezuma pasión por la cerveza en cada explicación y en cada paso de la elaboración. La receta a elaborar fue una Apa, que hicimos entre todos siguiendo los pasos que pacientemente nos iba indicando el maestro de ceremonias, mientras nos explicaba el por qué de cada una de las cosas que hacíamos. Nos sorprendió ver que, pese a que los asistentes éramos principiantes, el curso iba un poquito más allá, cosa que nos alegró, ya que Andrés no se dedicó a elaborar una receta básica haciéndola lo más fácil posible, sino que se molestó en adoctrinarnos y adentrarnos en temas sobre cómo modificar y preparar el agua con sales y diversos productos químicos (de ahí lo de "laboratorio" del principio) para conseguir que nuestra receta saliera perfecta. Alguno quizás se pudiera asustar, pero creo que es conveniente saber que hacer cerveza puede ser muy fácil, pero que hacer una buena cerveza casera, puede ser también todo lo complicado que queramos.
La verdad es que pasamos una mañana de lo más entretenida, aprendimos los entresijos y secretos de la elaboración casera, y nos dio para sacar unas cuantas conclusiones personales alrededor de este mundillo tan de moda últimamente. Lo primero que pensé, es que efectivamente, para hacer cerveza en casa hace falta tiempo y dedicación. Como ya he dicho antes, puede ser lo más sencillo del mundo, pero está claro que, en cuanto entras en este mundo, el gusanillo va creciendo y te hace perfeccionar tanto el equipo como las recetas para llegar hasta la cerveza perfecta (cosa que probablemente nunca consigas, porque cada vez nos iremos haciendo más exigentes con nosotros mismos, y con nuestras creaciones...).
Otra conclusión es que cada vez más gente hace cerveza en casa. No hace falta estar muy atento para ver que cada vez hay más concursos de homebrewing, tiendas especializadas, blogs, artículos sobre elaboración e infinidad de actividades en torno a la cerveza casera. La mayoría de esa gente suele ser autodidacta, y la gracia de hacer cerveza es el prueba y error, pero no vendrían mal más cursos de este tipo para intentar evitar errores que con una simple explicación in situ, te pueden hacer ahorrar mucho tiempo y dinero. Habrá gente que se conforme con poco, y le valga con leer un par de artículos para elaborar una cerveza sencilla, pero habrá otros que se adentren más y quieran elaborar cervezas más avanzadas, y es esta gente a la que le vendría bien dar algún cursillo rápido para evitar la pérdida de tiempo y cerveza que comentaba.
Otra de las conclusiones es que la elaboración de cerveza despierta la mente y el ingenio, porque viendo el equipo de esta gente, nos damos cuenta de que hacen falta horas de dedicación, darle vueltas al coco y habilidades diversas para conseguir optimizar recursos y crear piezas que a posteriori, nos harán la vida más fácil. El utensilio que están perfeccionando para oxigenar la cerveza al trasvasarla al fermentador, me pareció de los más curioso e impresionante...
En fin, que allí dejamos nuestra elaboración fermentando en un frigorífico modificado con termostato, para controlar que la temperatura sea la adecuada durante los días que tenga que estar trabajando esa levadura, que tuvimos que rehidratar y activar con agua a una temperatura exacta para que haga su trabajo lo mejor posible.
Y allí dejamos al pobre Andrés limpiando y esterilizando todo el equipo, para dejarlo a la espera de elaborar otro cervezón como el que pudimos probar, una stout con chile habanero que hizo las delicias de todos los presentes, y sorprendió a más de uno y de dos. Volveremos el Sábado que viene, a embotellar y a llevarnos nuestra parte de esa elaboración en la que tanto aprendimos y aconsejamos a todos los amantes de la cerveza artesana, ya estén pensando en elaborar en sus casas, o no, ya que nuestra última conclusión es que todo el mundo debería asistir por lo menos una vez a un curso de elaboración, ya que así, todos valoraríamos y entenderíamos mejor la cerveza de calidad, y el por qué de que cada vez más gente la prefiera a las industriales que inundan nuestras vidas.
Una vez que empiezas no puedes parar, es un vicio, terminas una y ya estás pensando en la siguiente sin saber siquiera como ha quedado. Yo también he estado este mismo sábado cocinando una cerveza en casa y ahi está a tope fermentando. A ver que sale de ahi jeje.
ResponderEliminarSaludos Iker!
¡Seguro que sale algo bueno! A ver si nos pica el gusanillo cervecero ya del todo, pero no lo veo muy claro por falta de tiempo, la verdad... :C
EliminarEn mi caso no me termina de enganchar el mundo del homebrewing... me pica la curiosidad y posiblemente si me pusiera no podría parar, pero supongo que soy un comodón y prefiero que los que realmente saben de esto me den la buena cerveza en botella... jejeje!! Grandes Mireia y Andrés!! Saludos Iker!
ResponderEliminarAunque te dé pereza, te recomiendo que pruebes por lo menos una vez. Si tienes la oportunidad de asistir a un curso de este tipo, verás que aunque luego no sigas haciendo cerveza, es muy práctico para ver y asimilar todo el proceso de elaboración.
EliminarNo lo pruebes Pau! que engancha y ya no te suelta jejejeje. La verdad que lo pasamos en grande en el curso. Me alegra ver que cada vez hay más gente que le pica el gusanillo del homebrewing. Ya lo digo siempre, en Pamplona tenemos una buena cantera de cerveceros... tiempo al tiempo ;)
EliminarSaludos
La verdad es que para lo pequeña que es Pamplona, se han alineado varios astros y poco a poco se está creando un movimiento que empieza a ser la envidia de otras ciudades más grandes...
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