Así pues, el día de Nochevieja, pese a que tampoco pude disfrutar de la velada con total tranquilidad, ya que a la vuelta me tocaba conducir, me planté en la mesa con mis dos cervezas elegidas. La elegida para los entrantes fue Tartalo (cerveza que comercializamos bajo el sello Biribil Brewing), embotellada esa misma mañana con nuestras propias manos. Tenía ganas de probarla, así que, aunque parezca autopublicidad, fue una casualidad de la vida, que además, casaba a la perfección con los entrantes. Y es que, ¿qué mejor para acompañar un buen jamón y una buena ensalada de gulas, que una Pale Ale fresquita de graduación baja? Pues eso.
Para el segundo plato la elegida fue la St. Germanus en versión de 75cl. Esta cerveza de tipo Quadrupel elaborada en Italia por Toccalmatto y Naparbier, hizo mis delicias, acompañando a la perfección el solomillo de cerdo relleno de queso de cabra y arándanos que me esperaba en el plato. He de decir que esta cerveza me ha sorprendido gratamente, ya que había probado cosas de Toccalmatto, pero siempre con un toque lupulado. La cerveza es espectacular y de verdad que merece la pena probarla si la encontráis por ahí, ya que me atrevería a decir, que ha pasado directamente a mis preferidas de Naparbier, que, pese a estar lejos de sus elaboraciones más clásicas, en su mayoría lupuladas, una vez más han demostrado que son gente todoterreno.
Para año nuevo, la cosa era diferente. Jugaba en casa y no había que conducir, así que, sin pasarme, esta vez sí, me explayé a gusto. Al igual que el día anterior, la elegida para los entrantes fue la misma. ¿Para qué cambiar si una cosa funciona? Esta vez nuestra Tartalo fue la compañera perfecta de una deliciosas almejas. Podría haber elegido alguna Witbier, pero la verdad es que no tenía ninguna a mano en ese momento. Como podéis comprobar, en ningún momento hablo de momento beerevangelizador ni nada por el estilo. Hace tiempo que desistí de convencer a nadie de que la cerveza acompaña a la comida igual o mejor que el vino. Al que me pide le doy y prueba, pero no me canso intentando convencer a nadie de nada. Ciertamente, es difícil luchar contra los buenos vinos que en estos días especiales riegan las comidas...
La elección de la acompañante del segundo plato sí que fue a conciencia. La Pannepot Vintage de 2009 fue la elegida para endulzar el bocado de gorrín asado que tenía sobre el plato. Una cerveza consistente, de graduación alta, toques licorosos y afrutados que maridó perfectamente con un plato típico en mi casa en estas fechas. Era una apuesta segura, y no fallé. Me atrevería a decir que esta cerveza acompaña mejor que cualquier vino una comida como esta. También he de decir, que la cerveza me duró hasta el postre, y estuvo acompañando algún que otro trozo de turrón y mantecado, hasta que se terminó, y no me quedó más remedio que acudir a la nevera a por el resto de la botella de St. Germanus que el día anterior tuve que reservar obligadamente.
Qué festín chiquillo!! Había que dar ejemplo como convocante, jejejejeje!! Como buen carnívoro que soy, me quedo con la última combinación... ¡¡qué buena pinta!! No te lo montaste nada mal, jejeje! Un saludazo Iker!
ResponderEliminarYa sabes que en estas fechas no se escatima en comida y en bebida! Y lo de la combinación de asado con Pannepot, como ya digo en el post, a la altura y por encima de cualquier buen vino que se te ocurra
EliminarMUY BUENA LA TÁRTALO, DOY FE Y CON ESA VUELTA DE TUERCA QUE LE HAYAIS DADO, HABRÀ QUEDADO ESTUPENDA. ME HAN ENTRADO GANAS DE IR AL GARAJE A POR EL PAR DE PANNEPOTS QUE PULULAN POR ALLÍ, REDIOS!
ResponderEliminarLA ST. GERMANUS NO LA CONOZCO, PERO CON TUS RECOMENDACIONES, JURO QUE LA PILLO SI SE PONE A TIRO JUJUJUJU.
TE DEJO EL ENLACE DE MI NAVIDAD CERVECERA, QUE ACABO DE PUBLICARLO.
SALUDOS!
http://cerveriana.blogspot.com.es/2015/01/navidadcervecera-by-cerveriana.html
Buen festín cervecero y gastronómico!!!! Al final yo también me he sumado a la iniciativa
ResponderEliminarhttp://labirranuestradecadadia.blogspot.com.es/2015/01/blog-post.html