Atendiendo a la convocatoria del concurso organizado desde el blog Lupuloadicto, hoy os voy a contar lo que ha dado de sí mi "beerano cervecero":
Ha sido un verano cervecero de lo más productivo para mi. Ha habido de todo. Sé que voy a ser la envidia de todos o de casi todos los lectores del blog y que muchos me vais a odiar por este post, pero es lo que hay. Pau nos invitó a contar nuestro verano, y yo me limito a hacerlo, a mi manera...
Ha habido tantos actos cerveceros estos meses, que me voy a limitar a comentaros solo unos de los pocos a los que hemos asistido. Todo empezó con la Feria de Mediona. ese recóndito pueblo catalán en el que anualmente se celebra una de las mejores (si no la mejor) ferias cerveceras del panorama nacional. Mucho elaborador, mucha cerveza, muy buen ambiente, buen clima, y muchas, muchas ganas de pasarlo bien en torno a nuestra querida bebida. Un éxito como siempre.
Más adelante nos fuimos hacia la costa Oeste de EEUU. Queríamos ver de primera mano cómo estaba el panorama cervecero por allí, y qué mejor que visitar varias de las fábricas que hay allí. Comimos unas pizzas en Pizza Port y nos fuimos hacia Nueva York. Teníamos ganas de conocer el Torst, ese restaurante que tiene una estrella Michelin y que se dedica a maridar con cerveza su menú. Una amplia carta cervecera que hace las delicias de cualquier amante de la cerveza. Aprovechando que estábamos en EEUU, nos acercamos hasta Carolina del Norte, a la inauguración del famoso bar de los 366 grifos. Demasiados grifos por probar. Se hizo lo que se pudo...
Ya de vuelta por este lado del charco, asistimos al Brewtast, organizado por la Barricona. Otra exaltación de la cultura cervecera y gastronómica en la que no faltaron buenas cervezas, y buenos platos, todo ello aderezado con concursos y el mejor ambiente cervecero-festivo. Otra de las citas ineludibles del verano, sin duda.
Ya en Agosto nos desplazamos a Londres, a vivir desde dentro el Great British beer festival. Impresionante festival cervecero donde los haya, con mucha cerveza inglesa, pero con cabida para otras también. Aprovechamos la visita para conocer de cerca los locales más importantes donde se dispensa la famosa real ale.
También nos acercamos hasta Zaragoza para disfrutar de otro gran festival cervecero... Y justo aquí me despierto y me doy cuenta de que estaba en la terraza de la tienda de Badúm en pleno casco antiguo de Peñíscola, cerca de su famoso castillo. Un buen sitio para soñar con los lugares que nos hubiera gustado visitar este verano, pero que por varias razones, llámense monetarias, temporales, laborales, familiares o todas juntas, no nos ha sido posible...
Otro año quizás os podamos contar desde la experiencia propia, alguno de estos eventos o lugares en algún post dedicado al beerano cervecero... ;P