Llevo tiempo dándole vueltas a publicar algo relacionado con el tema de la crisis, y el mundillo cervecero. La idea era plantear cómo hubiera evolucionado el movimiento de cerveceros artesanales en un mundo donde no hubiera habido crisis. Qué hubiera pasado si en vez del plano actual, hubiera seguido el de principios de la década pasada, esto es, cómo hubiera evolucionado la cerveza artesanal en un marco económico estable y voyante como el que teníamos hasta hace relativamente poco. la idea creo que no era mala,es un buen tema de debate que quizás lo deje para más adelante, o simplemente se quede en el tintero, porque ya no tiene sentido hablar de utopías.
Sea como fuere, estos pensamientos me han llevado al tema de este post. Después de ver la evolución de la vivienda, en la que durante años se fue inflando el precio, hasta que reventó, y casualmente leyendo ayer un artículo sobre las ginebras premium, y la moda de beber gintonics que ahora mismo está en liza, me dio qué pensar. Me paré a pensar si al mundo de la cerveza artesanal no le estará pasando lo mismo. En este artículo, se afirmaba que las ginebras que ahora mismo están en la cumbre, no son lo que parecen, o por lo menos no en todos los casos. Con la excusa de las premium, salen al mercado ginebras y tónicas con precios desorbitados, y de dudosa calidad, que ahora se consumen, pero que en un futuro cercano desaparecerán, precisamente por su mala relación calidad-precio.
Pienso que el mundo de la cerveza está pasando por un proceso similar. Es indudable que hay un boom de creación de nuevas micro cervecerías que inundan (aunque no tanto como nos gustaría)el mercado de cervezas artesanales de calidad (en algunos casos más que dudosa). Esta creación viene empujada por un segmento que ahora mismo está de moda. Por suerte, la gente se va dando cuenta poco a poco de la diferencia que hay, o debería de haber entre una cerveza industrial y una artesanal, y cuando mucha gente se da cuenta de una cosa, se pone de moda. Hasta hace poco, todo eran halagos, los cerveceros que se jugaban sus ahorros y creaban una empresa se consideraban prácticamente unos gurús, todos los alababan, alababamos, como si fueran dioses que venían a enseñarnos un mundo nuevo. Pero esto está cambiando. Desde hace un tiempo, se oyen voces discordantes con la realidad que vivimos, o creíamos vivir. No toda la cerveza artesana es tan buena como se vende, y la gente se ha empezado a dar cuenta de ello. Los que se han dado cuenta de esto, son gente que llevan tiempo en el mundillo, y que saben lo que beben y lo que dicen. Que se dé cuenta el bebedor nuevo e ilusionado, será cuestión de tiempo. Y será entonces cuando nos demos cuenta de que los precios de la cerveza artesanal, posiblemente, estén inflados.
No pongo en duda que se hacen grandes inversiones en maquinaria, materia prima, recursos y un sin fin de gastos que se me escapan porque no conozco las micros todo lo bien que me gustaría. Lo que sí sé, es que, conseguir que una empresa sea rentable es cuestión de suerte, trabajo, y sobre todo, TIEMPO, MUCHO TIEMPO. Creo que ahora mismo se está incurriendo en el error de querer amortizar demasiado pronto el dinero que se ha invertido, dejando de lado muchas veces la calidad o no prestando demasiada atención a los gustos y las tendencias del cliente, que a la larga, será el que nos saque a flote. Este cliente, antes o después, se dará cuenta de que la cerveza de calidad que se importa desde EEUU, es solo un poco más cara que la que se hace aquí, y con los tiempos que corren para nuestros bolsillos, esto va a dar qué pensar.
Es más, viendo los precios de las cervezas que cruzan el charco, o de cervecerías como Mikkeller, de las cuales no dudo ni un ápice de que valgan lo que se cobra, ¿no sería mejor intentar entrar a a competir con estas cervezas a base de precio? Un consumidor nuevo nunca pagará 6 euros por una Mikkeller, para empezar, porque en muchos casos no estará preparado para ello. Le parece absurdo pagar ese precio por una cerveza que todavía no conoce, y que, aunque no lo sepa, probablemente, ni le guste. Sin embargo, sí que podría pagar un precio ajustado por una cerveza que además es de "aquí", teniendo en cuenta que la tierra siempre tira algo. Aunque no conozca una cerveza, si vale 2 euros, la comprará, porque el precio es bajo, y el riesgo de que no le guste también. No estoy diciendo que se cobre la cerveza artesanal a precios de San Miguel, porque es imposible, pero incluso, ahora mismo me estoy dando cuenta de que se podría luchar en precio hasta con las lager de importación. Si pagamos 3 euros por una Heineken, por qué no vamos a pagar 2 o 2 y poco por una artesanal antes que beber la típica Heineken de siempre? ¿No sería una buena forma de iniciar a la gente inquieta en el mundo de la cerveza sin falta de que paguen 3 y 4 euros por una cerveza que no conocen? Hay que ser muy inquieto para dejarte 4 euros en algo que no conoces y no sabes si te va a gustar...
En fin, que me estoy yendo por las ramas. En definitiva, ojalá me equivoque, pero creo que este mundillo va a cambiar, y va a cambiar relativamente pronto. Ojalá me equivoque, pero lo que creo es que va a haber micros que van a desaparecer por no haber hecho las cosas bien, por haber intentado enriquecerse a base de hacer cerveza un poco mejor que la común, pero sin dejar de ser común. Por haberse metido en una ola en la que no van a poder mantenerse en la cresta porque no saben surfear, solo han intentado mantenerse a flote sin hacer cabriolas ni movimientos que sorprendan a la gente, mediante los cuales, podrían conseguir que los llamaran para seguir haciendo exhibiciones. Y cuando la ola ya no se pueda cabalgar igual, probablemente los precios bajarán, la calidad subirá, la competencia se hará feroz, y los que no estén preparados, se ahogarán.
Todo esto es una reflexión personal, que nadie se ofenda ni se enfade por lo que he escrito aquí. Es posible que de todo lo que he dicho no ocurra nada, pero también es posible que no me lo haya inventado todo. Si alguien se da por aludido, que piense un poco, e intente solucionar su posición antes de que sea demasiado tarde. Quizás suene duro, y no soy yo nadie para estropear ni los sueños de nadie, ni poner en duda la calidad de los productos de nadie, yo solo soy un cliente más, iniciado, pero todavía en el principio. Ojalá me equivoque, ¿o quizás hace falta una selección natural para llegar al nivel de otros países?
¿Los demás, qué opinais?