viernes, 28 de octubre de 2011

VISITA A NAPARBIER

Como muchos de vosotros sabréis, Naparbier es una micro que empezó su andadura en Pamplona hace alrededor de tres años. Pese a tenerla practicamente en la puerta de casa, aún no había tenido la oportunidad de visitar la fábrica, cosa que hicimos ayer. Después de haber coincidido con ellos unas cuantas veces en diferentes situaciones en estos últimos meses, por fin se dio la ansiada oportunidad de visitar la fábrica.
Llegamos al polígono donde están a media mañana, nos costó un poco encontrar la nave, pero por fin encontramos la puerta. Lo primero que nos sorprendió fue ver lo pequeña que es la nave. Habíamos visitado alguna otra micro, también muy pequeña, pero no sé por qué, nos habíamos hecho a la idea de que ésta era más grande. Cuando llegamos, Juan y Txerra estaban embotellando con su embotelladora manual.
En ese momento entendimos por qué le dan más salida a sus cervezas en barril que en botella, ya que la tarea de embotellar es ardua y se necesitan kilos de paciencia. También apareció por allí Josu, a saludarnos y a seguir con las botellas mientras Txerra nos enseñaba la fábrica.
Estuvimos viendo su frigorífico lleno de lúpulos y sus sacos de cebada.
Nos metimos en la cocina y pudimos ver que estaban elaborando su Pils.
Por cierto, que al preguntarles por unos Key kegs que había a la entrada, nos comentaron, muy orgullosos de ello, dicho sea de paso, y no es para menos, que la semana pasada estuvo en la fábrica la jefa de marketing de Brewdog, y que después de probar la Pils, les comentó que le mandaran unos barriles para pincharla en los Pubs que la cervecera escocesa tiene en su país. Os podéis hacer a la idea de la calidad que se gasta esta gente...
De aquí, pasamos a la sala de guarda, donde estuvimos charlando largo y tendido sobre cerveza y sobre el pasado y futuro de la "pequeña" micro pamplonesa. Nos comentaron que la evolución estaba siendo espectacular, y que probablemente, de aquí a poco tiempo, tendrían que mudarse por falta de espacio. También nos comentaron sus planes revolucionarios, y es que, a parte de la Pils, Dunkel y Amber Ale (ésta última relativamente nueva en el catálogo), han creado una gama de "gamberradas", que irán elaborando con la ayuda de Javier Aldéa, personaje cervecero conocido por estos lares, y artífice y culpable en buena parte, de la revolución cervecera que estamos viviendo en estas latitudes.
Como muestra de esta gama especial, pudimos probar su Imperial IPA, que pese a sus dos semanas que lleva en el tanque, no tiene nada que envidiar a cervezas que vienen desde el otro lado el charco, y estoy hablando de cerveceras de la talla de Southern Tier, Cigar City o Short´s Brew... Según nos comentaron, luego vendrán Imperial stout, Barley Wine... Veremos qué pasa, pero la cosa pinta muy pero que muy bien.
Con estas agradables sorpresas, la boca llena de lúpulo y la sensación de que esta micro va a dar mucho que hablar, nos despedimos de ellos, agradeciéndoles la visita y el buen rato que nos hicieron pasar rodeados de tanques de cerveza y buena compañía.
Mucha suerte en vuestra andadura y en vuestros proyectos, y esperamos poder trabajar con vosotros muy pronto!

jueves, 20 de octubre de 2011

¿BURBUJA CERVECERA?

Llevo tiempo dándole vueltas a publicar algo relacionado con el tema de la crisis, y el mundillo cervecero. La idea era plantear cómo hubiera evolucionado el movimiento de cerveceros artesanales en un mundo donde no hubiera habido crisis. Qué hubiera pasado si en vez del plano actual, hubiera seguido el de principios de la década pasada, esto es, cómo hubiera evolucionado la cerveza artesanal en un marco económico estable y voyante como el que teníamos hasta hace relativamente poco. la idea creo que no era mala,es un buen tema de debate que quizás lo deje para más adelante, o simplemente se quede en el tintero, porque ya no tiene sentido hablar de utopías.

Sea como fuere, estos pensamientos me han llevado al tema de este post. Después de ver la evolución de la vivienda, en la que durante años se fue inflando el precio, hasta que reventó, y casualmente leyendo ayer un artículo sobre las ginebras premium, y la moda de beber gintonics que ahora mismo está en liza, me dio qué pensar. Me paré a pensar si al mundo de la cerveza artesanal no le estará pasando lo mismo. En este artículo, se afirmaba que las ginebras que ahora mismo están en la cumbre, no son lo que parecen, o por lo menos no en todos los casos. Con la excusa de las premium, salen al mercado ginebras y tónicas con precios desorbitados, y de dudosa calidad, que ahora se consumen, pero que en un futuro cercano desaparecerán, precisamente por su mala relación calidad-precio.
Pienso que el mundo de la cerveza está pasando por un proceso similar. Es indudable que hay un boom de creación de nuevas micro cervecerías que inundan (aunque no tanto como nos gustaría)el mercado de cervezas artesanales de calidad (en algunos casos más que dudosa). Esta creación viene empujada por un segmento que ahora mismo está de moda. Por suerte, la gente se va dando cuenta poco a poco de la diferencia que hay, o debería de haber entre una cerveza industrial y una artesanal, y cuando mucha gente se da cuenta de una cosa, se pone de moda. Hasta hace poco, todo eran halagos, los cerveceros que se jugaban sus ahorros y creaban una empresa se consideraban prácticamente unos gurús, todos los alababan, alababamos, como si fueran dioses que venían a enseñarnos un mundo nuevo. Pero esto está cambiando. Desde hace un tiempo, se oyen voces discordantes con la realidad que vivimos, o creíamos vivir. No toda la cerveza artesana es tan buena como se vende, y la gente se ha empezado a dar cuenta de ello. Los que se han dado cuenta de esto, son gente que llevan tiempo en el mundillo, y que saben lo que beben y lo que dicen. Que se dé cuenta el bebedor nuevo e ilusionado, será cuestión de tiempo. Y será entonces cuando nos demos cuenta de que los precios de la cerveza artesanal, posiblemente, estén inflados.
No pongo en duda que se hacen grandes inversiones en maquinaria, materia prima, recursos y un sin fin de gastos que se me escapan porque no conozco las micros todo lo bien que me gustaría. Lo que sí sé, es que, conseguir que una empresa sea rentable es cuestión de suerte, trabajo, y sobre todo, TIEMPO, MUCHO TIEMPO. Creo que ahora mismo se está incurriendo en el error de querer amortizar demasiado pronto el dinero que se ha invertido, dejando de lado muchas veces la calidad o no prestando demasiada atención a los gustos y las tendencias del cliente, que a la larga, será el que nos saque a flote. Este cliente, antes o después, se dará cuenta de que la cerveza de calidad que se importa desde EEUU, es solo un poco más cara que la que se hace aquí, y con los tiempos que corren para nuestros bolsillos, esto va a dar qué pensar.

Es más, viendo los precios de las cervezas que cruzan el charco, o de cervecerías como Mikkeller, de las cuales no dudo ni un ápice de que valgan lo que se cobra, ¿no sería mejor intentar entrar a a competir con estas cervezas a base de precio? Un consumidor nuevo nunca pagará 6 euros por una Mikkeller, para empezar, porque en muchos casos no estará preparado para ello. Le parece absurdo pagar ese precio por una cerveza que todavía no conoce, y que, aunque no lo sepa, probablemente, ni le guste. Sin embargo, sí que podría pagar un precio ajustado por una cerveza que además es de "aquí", teniendo en cuenta que la tierra siempre tira algo. Aunque no conozca una cerveza, si vale 2 euros, la comprará, porque el precio es bajo, y el riesgo de que no le guste también. No estoy diciendo que se cobre la cerveza artesanal a precios de San Miguel, porque es imposible, pero incluso, ahora mismo me estoy dando cuenta de que se podría luchar en precio hasta con las lager de importación. Si pagamos 3 euros por una Heineken, por qué no vamos a pagar 2 o 2 y poco por una artesanal antes que beber la típica Heineken de siempre? ¿No sería una buena forma de iniciar a la gente inquieta en el mundo de la cerveza sin falta de que paguen 3 y 4 euros por una cerveza que no conocen? Hay que ser muy inquieto para dejarte 4 euros en algo que no conoces y no sabes si te va a gustar...
En fin, que me estoy yendo por las ramas. En definitiva, ojalá me equivoque, pero creo que este mundillo va a cambiar, y va a cambiar relativamente pronto. Ojalá me equivoque, pero lo que creo es que va a haber micros que van a desaparecer por no haber hecho las cosas bien, por haber intentado enriquecerse a base de hacer cerveza un poco mejor que la común, pero sin dejar de ser común. Por haberse metido en una ola en la que no van a poder mantenerse en la cresta porque no saben surfear, solo han intentado mantenerse a flote sin hacer cabriolas ni movimientos que sorprendan a la gente, mediante los cuales, podrían conseguir que los llamaran para seguir haciendo exhibiciones. Y cuando la ola ya no se pueda cabalgar igual, probablemente los precios bajarán, la calidad subirá, la competencia se hará feroz, y los que no estén preparados, se ahogarán.

Todo esto es una reflexión personal, que nadie se ofenda ni se enfade por lo que he escrito aquí. Es posible que de todo lo que he dicho no ocurra nada, pero también es posible que no me lo haya inventado todo. Si alguien se da por aludido, que piense un poco, e intente solucionar su posición antes de que sea demasiado tarde. Quizás suene duro, y no soy yo nadie para estropear ni los sueños de nadie, ni poner en duda la calidad de los productos de nadie, yo solo soy un cliente más, iniciado, pero todavía en el principio. Ojalá me equivoque, ¿o quizás hace falta una selección natural para llegar al nivel de otros países?
¿Los demás, qué opinais?

domingo, 2 de octubre de 2011

Oktoberfest en Pamplona

Pamplona está de enhorabuena. Coincidiendo casi con el final de la Oktoberfest en Munich, en la pequeña capital del reyno empieza la suya particular. Alejados de las típicas carpas gigantes y de los escenarios enormes en los que habitualmente se le da más importancia al entorno que a la propia cerveza, y no me refiero a la verdadera Oktoberfest, sino a las que habitualmente se organizan por nuestra geografía, desde este pasado Viernes 30 de Septiembre y hasta el próximo 30 de Octubre, en la cervecería Manneken Beer de Pamplona (C/Iñigo Arista 9 bajo) se celebra una espectacular Oktoberfest por todo lo alto. A pesar de que la especialidad de la casa no son las cervezas alemanas, este Octubre podremos disfrutar de una gran cantidad de ellas, acompañadas de salchichas y regalos varios.






A la ya clásica Paulaner Hefe Weissbier, en los grifos se sumarán a la fiesta la Paulaner Salvator, la Weihenstephan Festbier y la Spaten Festbier, las dos primeras estarán fijas durante todo el mes, y las dos últimas irán rotando en el grifo itinerante. En botella se podrán degustar maravillas como la Eisbock de Aventinus, varias Schneider, Hackr Pschorr y hasta una Kolsch de la cervecera Sion.
Y por si la oferta cervecera a alguien se le queda corta, las cervezas se podrán acompañar durante todo el mes de 8 clases de salchichas diferentes, con su puré de patata, su chucrut y sus salsas variadas.
Al que no le guste el tema de la cerveza alemana, que no se preocupe, puesto que se mantiene la carta de botellas con más de 150 referencias, entre ellas unas cuantas IPAs americanas que entraron poco antes de empezar con la fiesta bávara.