CONSEJOS PARA MARIDAJES EN LAS COMIDAS Y CENAS DE NAVIDAD

Se acerca la Navidad, y con ella esa bacanal de comidas, cenas y horas y horas alrededor de la mesa, comiendo y bebiendo y charlando hasta las tantas. Comidas copiosas, y buenos y caros vinos para acompañar a platos exquisitos que el resto del año no probamos. ¡Esperad un momento! ¿Buenos vinos? Pues sí, la tradición vinícola de este país hace que en nuestras mesas aparezcan caros Riojas, Riberas del Duero o Navarros, pero desde aquí queremos reivindicar que la cerveza también puede acompañar estas importantes comidas, y para ello, qué mejor que una pequeña guía de estilos de cervezas que acompañan perfectamente los deliciosos manjares que estos días engulliremos.
Ya sabemos que cada familia es un mundo y las mesas de unos no tienen nada que ver con las de otros, sobre todo por temas de cultura y territorios, pero vamos a intentar meter todo tipo de comidas en nuestra comida o cena virtual, para que nadie se pierda a la hora de elegir la cerveza adecuada. Por otra parte, os aconsejamos que si en la mesa hay gente que no es experta en lo que a probar cervezas se refiere, no elijamos los estilos más extremos, pues de lo que se trata es de demostrar, que la cerveza puede sustituir al vino en las grandes ocasiones, y es aconsejable que las cervezas, sin ser comerciales y típicas, sí que sean aptas para todos los públicos. Dejemos los experimentos para nosotros mismos, y hagamos disfrutar a la gente que no cree en la cerveza como bebida de calidad.
Las comidas/cenas suelen comenzar con un pequeño aperitivo antes de sentarnos a la mesa, al que acompañará a la perfección cualquier cerveza de cuerpo medio bajo. Refrescante, ligera y de trago largo, nos ayudará a abrir el apetito mientras picoteamos algo hasta que llegue toda la familia. Hablamos de cervezas Pils, Pale Ales (que no sean muy amargas), o Witbier.
Una vez sentados a la mesa y quitada el ansia por comer, es el turno de los entrantes. Patés, embutidos, sopas... aquí las opciones son múltiples dependiendo de lo que haya en los platos, pero casi seguro acertaremos si seguimos con cervezas livianas. Al igual que en el aperitivo, una Pale Ale suave o una Witbier nunca falla, y si hay algo de marisco, y somos un poco atrevidos, podemos descorchar alguna Lambic de calidad para que nos acompañe en este inicio. Alguna Blond belga tampoco sería una mala idea.
Para los segundos platos la cosa se simplifica un poco. Normalmente suele haber asados de carne o pescados. Si nuestro plato es una asado pesado o carne de caza, por ejemplo, la cerveza ideal será una Dubbel belga con un poco de grado, con cuerpo y fuerza, para que acompañe ese mordisco pleno de sabor. Si queremos subir un peldaño más, podemos irnos a una Quadrúpel belga o quizás una Porter o Stout, aunque estas aconsejamos dejarlas para el postre. Si el plato es de pescado al horno, podemos acompañarlo de una Witbier fina y sabrosa y que nos limpie la boca después de cada bocado. Acompaña perfectamente a los pescados por su suavidad y por lo cítrica. Si tenemos la suerte de contar con un buen marisco, la decisión puede ser una Lambic. Si estamos acostumbrados a este tipo de cervezas, cualquiera de las grandes marcas belgas es una buena apuesta. Eso sí, no fastidiemos el marisco con sabores a frutas. Elegid una Gueuze y no os arrepentiréis.
Llegamos al postre y aquí sí que las opciones son múltiples... si sobre la mesa hay algo de chocolate, lo más acertado puede ser una Porter o una Stout. Que no sean muy fuertes, para que acompañe bien al dulzor del chocolate. Si el postre es cualquier tarta dulce con crema pastelera o similar, la cosa puede ir o bien por las cervezas oscuras, o bien por alguna cerveza con fruta. Por supuesto una cerveza de Navidad al estilo belga también nos puede valer. Hay más opciones pero tampoco quiero volveros locos, como ya he dicho antes, he querido simplificar al máximo los maridajes, para que podamos disfrutar todos de la cena, sin mayores quebraderos de cabeza.
Por último, llega la hora de la ansiada copa. Estamos hinchados de tanto comer y lo que apetece es uan buena charla alrededor de la mesa, con un buen copazo en la mano. Estamos en la hora de las cervezas potentes. Para esta larga charla, nos vendrá de maravilla cualquier Imperial Stout subidita de grado, con cuerpo, de trago corto pero intenso. Nos sirve también una buena Barley Wine, con toques dulces y alcohólicos, y a poder ser, sea cual sea nuestra elección, que esté añejada en barrica, para que los toques de madera y licorosos nos hagan disfrutar de un final de comida o cena como nos merecemos.
En los próximos días lanzaremos una propuesta bloggera relacionada con este tema, para que participe todo el que quiera, y demostremos que el tema de la cerveza y la comida van muy unidos, en contra de lo que muchos creen. ¡Estad atentos!