Y por fin llegó el gran día. El Sábado 23 de Noviembre era una cita grabada a fuego en el calendario y la mente de los cerveceros navarros. Se celebraba la primera feria de cerveza que se organizaba en la comunidad, y había gran expectación y muchas ganas por parte de todos. Así que allá fuimos. Una hora de viaje, distancia a la que se encuentra Sesma de la capital, y uno de los hándicaps que jugaban en contra de ella, en la que nos dio tiempo a hablar largo y tendido de las expectativas que había creado en nosotros, y a elaborar el plan de cata, ya que teníamos poco tiempo y que conducir de vuelta. Nos picaba la curiosidad de cómo respondería la gente ante una feria de estas características en un lugar como Sesma, un pequeño pueblo donde hasta ahora, la cerveza no era muy importante...
Llegamos a las 12:00 horas, más puntuales que los ingleses, y pudimos saludar a cerveceros y sesmeros varios mientras esperábamos a que abrieran todos los puestos y empezara la actividad. Lo primero, comprar el vaso. Euro y medio junto con el programa de actividades del día, y la relación de cerveceros que había distribuidos a lo largo de la carpa. Muchas caras conocidas, y bastantes cervezas que ya habíamos tenido la suerte de poder probar, así que nuestro trabajo se facilitaba un poco. También lo facilitaba el poder pedir medios vasos a un euro, cosa muy de agradecer y a tener en cuenta por otras ferias, ya que de esta forma se pueden probar muchas más cervezas, que, al fin y al cabo, es de lo que se trata. Con el vaso en la mano, decidimos asentar el estómago con unas buenas migas, elaboradas por Alberto, de Sesma Brewing, que parece que además de la cocina de la cervecería, también se le da bastante bien la cocina tradicional...
El tiempo apremiaba y tras echar un vistazo a los puestos de Naparbier, Mateo & Bernabé, Exbel (distribuidor que llevó un par de grifos de Viven y mucha botellas de importación), Sesma Brewing, Bayura, Marina, Milana, Popaire, Falken y Cibeles decidimos empezar a probar cosillas que no habíamos tenido la oportunidad de degustar todavía. A lo largo de la mañana pudimos probar la Pale Ale y una cerveza con sidra de Bayura, la Summer ale (espectacular de barril) y la Pale Ale de Marina, la Black Feet de Milana, RIS (una imperial Stout envejecida 4 meses en barrica de Somontano, bastante curiosa y muy rica) de Popaire, 1UP (genial cerveza) de Falken y Santiago de Mateo & Bernabé. Del resto de cerveceras por suerte ya conocíamos sus productos, sino, hubiera sido imposible probar todo lo que había allí.
Según pudimos comprobar, la feria fue un éxito. A lo largo de toda la mañana la carpa estuvo a reventar, el pueblo se volcó con el evento y se acercó gente de Pamplona y de todos los pueblos de alrededor, al amparo de la carpa y de la buena cerveza. Según nos comenta Alberto, más de 1300 personas pasaron por la carpa a lo largo de todo el día, y se vendieron más de 800 litros de cerveza en total, números que corroboran la sensación general de éxito. Esperamos que la experiencia haya sido tan buena como parece desde fuera, y que esta inusual (por formato y temporada) feria tenga continuidad en próximos años.
Solo nos queda dar las gracias a Sesma y sus sesmeros por haber hecho posible un evento como este.
Una pena que os tuvierais que ir tan pronto!
ResponderEliminarBueno, por suerte nos dio tiempo de probar todo lo que queríamos...
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