jueves, 3 de junio de 2010

Viaje a Bélgica; día 1 (I)

La Maison Belge, en colaboración con Different Roads, organizó los pasados días de Mayo un tour cervecero por Bélgica. Cogimos el avión, y allí que nos fuimos, a la tierra prometida, a descubrir todo un paraíso cervecero.


Aterrizamos en Bruselas hacia las 16:00 horas, encontramos el hotel donde habíamos quedado con el grupo, y después de las presentaciones y reencuentros, sin perder un solo minuto, nos dirigimos hacia la zona turística de la ciudad. A parte de descubrir cervezas, también hay que conocer un poco la historia y monumentos de las ciudades...

Después de dar una vuelta por los alrededores de la Grand Place, decidimos que ya era hora de echar el primer trago (para algunos el primero, otros ya llevaban unos cuantos...), y qué mejor que un bar típico como el Mort Subite.

Conocido en Bruselas por su larga trayectoria y su historia, la verdad es que cerveceramente hablando, tampoco ofrece gran cosa. Como era de esperar, unas cuantas Mort Subite de barril, y una carta discreta de botella. Se podría decir que es un lugar añejo, con una decoración antigua y poco más.


Después del semichasco inicial, pusimos rumbo a una apuesta segura, el Delirium Café.



Conocido en el mundo entero por su carta de 2004 cervezas diferentes, no nos podía defraudar. LLegamos a la calle donde está y me sorprendió ver cómo había cambiado la calle. Hace apenas 3 años que habíamos estado aquí y sólo había dos bares, el Delirium y otro de cocktailes. El callejón ahora se llama Delirium Land, y hay un sin fin de bares de copas, cervecerías y hasta un par de gorilas de seguridad a la entrada del pasadizo.

Entramos al paraíso del cervecero y del coleccionista, nos hicimos con una mesa, y pedimos el listin teléfonico de cervezas. Por suerte, esta vez teníamos las cosas bastante claras y no hizo falta leer toda la carta.




Las dos apuestas seguras fueron la Alvinne extra y la Pannepot reserva del 2005 (esta última, probablemente sea una de las mejores cervezas que he tomado ultimamente).
Se hacía tarde para cenar, y decidimos ir a un restaurante que había cerca de allí, prometiéndonos a nosotros mismos, que volveríamos más adelante con más tiempo.

Cenamos algo rápido, regado con unas Bersalis,



y nos dirigimos hacia nuestro siguiente objetivo, un antiguo teatro de marionetas llamado Toones,


reconvertido en bar, y que dicho sea de paso, merece la pena visitar por el entorno y decoración, pero no por sus cervezas. A falta de algo interesante, nos decantamos por una Kwak de barril,


y dar por terminado este primer día, ya que el siguiente iba a ser aún más duro...

7 comentarios:

  1. Interesante reseña y leeré con mucho interés el dia 2 y sucesivos.Por cierto, tienes mas viajes cerveceros en el blog a otras ciudades ? Gracias y un saludo.

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  2. Hola anonimo;
    En Julio del año pasado hicimos un viaje a Barcelona, que está resumido en varias entradas en este mismo blog, a partir del 21 de Julio de 2009. Espero que lo disfrutes también.

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  3. Me invade la envidia sana.
    Un saludo.

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  4. Día duro???? Menuda envidia!!!!

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  5. Muchas gracias y leido el periplo catalán,muy completo si bien a un pasito de la maison belga en el mismo barrio de gracia está el único brewpub de la ciudad condal -la cervecera artesana -.Local muy acogedor y con tres o cuatro cervezas caseras donde no faltan una stout,una IPA y una rubia más flojita.Imprescindible visita.
    Un saludo.

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  6. Anónimo:
    No tuvimos tiempo para todo, pero me apunto esa visita para la próxima vez que vaya por Barcelona.

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  7. masbirras y sir asf:
    Pues el resto del viaje aún fue mejor...

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