lunes, 3 de febrero de 2014

LAS CERVEZAS TRAPENSES

A veces, con toda la marabunta de cervezas, cerveceros, cervecerías artesanas, cervezas nuevas, ediciones limitadas, ediciones imposibles de conseguir, cervezas únicas y exclusivas, nuevos brewpub, nuevas tiendas de cerveza, nuevos estilos y demás, se nos olvidan los orígenes, y que no todo el mundo está a la última. Por eso, después de haber dedicado un par de entradas últimamente a un par de nuevas cervezas trapenses que aparecieron en los últimos días de 2013, he pensado que sería conveniente volver la vista atrás, y como en el colegio, asentar conocimientos que ya casi teníamos olvidados. Hoy hablaremos de las cervezas trapenses, esas grandes cervezas que en otra época fueron el súmmum, pero que hoy parecen relegadas a una segunda fila en las cámaras de muchos de los locales cerveceros de moda.
Empezaremos por el principio de la historia. La orden de los Cistercienses de la estricta observancia, también conocida como los "trapenses", data del año 1098, y son seguidores de la regla de San Benito, por lo que su premisa es "Ora et Labora", y a ello se dedican. Empezaron vendiendo a sus vecinos lo que les sobraba de lo que producían para consumo propio, y actualmente se dedican en cuerpo y alma a elaborar decenas de productos ( Pan, chocolate, queso, miel, vino, cerveza...) con los que mantienen sus propios monasterios, además de utilizar el dinero para obras sociales de distinta índole.
Para la comercialización de estos productos, existe la Asociación Internacional Trapense, que reúne un total de 18 monasterios situados en Europa y Estados Unidos. Esta asociación se creó para cumplir cuatro objetivos, entre los que se encuentran el sostener los monasterios protegiendo la denominación y los intereses comunes, difundir una información correcta de sus productos y velar por desarrollar una red de colaboración y solidaridad con otras asociaciones monásticas.

Para diferenciar los auténticos productos trapenses, la asociación creó en su día el logotipo de "Authentic trappist product" que todos hoy conocemos. Antes de asignar el logotipo a un producto, la asociación hace un exhaustivo control de las instalaciones para corroborar que se cumplen las condiciones de producción y calidad que la asociación exige en su reglamento interno.
En lo que a cervezas se refiere, en la actualidad, y después de aprobar dos nuevas licencias el pasado Diciembre, hay diez monasterios que la elaboran y poseen el sello. Las diez cervezas son: Achel, Chimay, La Trappe, Orval, Rochefort, Spencer, Engelszell, Westmalle, Westvleteren y Zundert. Hay alguna otra en vías de conseguir el sello, pero todavía tendrá que esperar para entrar en esta lista.
Para conseguir el sello, la cerveza debe responder a una serie de criterios estrictos: la cerveza debe de estar elaborada dentro de las paredes de la abadía trapense, por los monjes, o bajo su control; la cervecería debe depender del monasterio e incluirse dentro del proyecto monástico; los beneficios irán destinados a la subsistencia de los monjes y el propio monasterio, y el resto para obras caritativas y personas necesitadas; deben producir cervezas de calidad irreprochable, siendo objeto de un control permanente para que esto de cumpla.
Y así terminamos este reportaje homenaje a un estilo muy curioso que merece la atención que pocas veces le damos. Si queréis más información sobre los trapenses, sus cervezas, obra y milagros, os remito a las páginas de las que he sacado la información para este artículo:
http://www.bebebeer.com/
http://www.trappist.be/
http://trappistbier.wordpress.com/


3 comentarios:

  1. Aunque algo olvidadas por esa ola de nuevos lúpulos, barricas y colaboraciones, sin duda hay muchas trapenses que sigo considerando entre mis favoritas de siempre: Orval, Chimay Azul, Westmalle Tripel... Y es que no hace falta gastarse 4e para disfrutar de auténticas joyas! Viva la buena cerveza belga! Saludos!

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  2. Pau, es recomendable no olvidar y dejar de lado aquellas cervezas que nos vieron crecer o evolucionar como cerveceros, y como bien dices, la cerveza belga es sinónimo en muchas ocasiones de calidad y precio.

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  3. Estupendo artículo. Mejor resumido imposible! Como dirían los flamencos "Goed gedaan!!" (Bien hecho!!).

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